Hoy, 31 de enero, se hace efectiva la prohibición del uso y comercialización de dos de los insecticidas más utilizados en la agricultura en los últimos años, y sobre los que, en los últimos años, se habían informado en algunos foros científicos sobre consecuencias nocivas en la salud de las personas, más concretamente en efectos genotóxicos y neurológicos durante el desarrollo, lo que demuestra que podría causar problemas de salud en niños.
Al hilo de estos hechos, y con carácter oficial la EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria) publicó en agosto de 2019 un doble comunicado donde concluía que los plaguicidas clorpirifos y metil clorpirifos no cumplían con los criterios aplicables para proteger la salud humana establecidos en la legislación de la Unión Europea y recomendaba que no se renovara su autorización pese a su uso.
Es por ello que la Comisión Europea publicó el pasado 13 de enero los reglamentos de ejecución 2020/17 y 2020/18, donde se hace efectiva la revocación de las licencias, y por ello la prohibición de su uso y comercialización.
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